domingo, 11 de julio de 2010


Tenemos memoria, tenemos amigos,
tenemos los trenes, la risa, los bares,
tenemos la duda y la fe, sumo y sigo,tenemos moteles, garitos, altares.




Tenemos urgencias, am
ores que matan,
tenemos silencio, tabaco, razones, tenemos Venecia,
tenemos Manhattan,
tenemos
cenizas de revoluciones.

Tenemos zapatos, orgullo, presente, tenemos costumbres, pudores, jadeos,tenemos la boca, tenemos los dientes, saliva, cinismo, locura, deseo.


Tenemos el sexo y el rock

y la droga, los pies en el barrio, y el grito en el cielo, tenemos Quintero, León y Quiroga, y un bisness pendiente con Pedro Botero.


Más de cien palabras,

más de cien motivos

para no cortarse de un tajo las venas,
más de cien
pupilas donde vernos

vivos,
más de cien mentiras que
valen la pena.

Tenemos un as escondido en


la manga, tenemos nostalgia, piedad, insolencia, monjas de Fellini, curas de Berlanga,
veneno, resaca,
perfume, violencia.

Tenemos un techo con libros y besos, tenemos el morbo, los celos, la sangre, tenemos la niebla metida en los huesos, tenemos el lujo de no tener hambre.

Tenemos talones de Aquiles sin fondos, ropa de domingo, ninguna bandera, nubes de verano, guerras

de Macondo, setas en noviembre, fiebre de primavera.

Glo

rietas, revistas, zaguanes, pistolas, que importa, lo siento, hasta siempre, te quiero, hinchas del atletic, gángsters de Coppola, verónica y cuarto de Curro Romero.


Tenemos el mal de la

melancolía,
la sed y la rabia, el ruido y las nueces, tenemos el agua y, dos veces al día,
el santo milagro del pan y los peces.


Tenemos lolitas, tenemos donjuanes;
Lennon y McCartney, Gardel y LePera;
te nemos horóscopos, Biblias, Coranes, ramblas en la luna, vírgenes de cera.

Tenemos naufragios soñados en

playas
de islotes son nombre ni ley ni rutina, tenemos

heridas, tenemos medallas, laureles de gloria, coronas

de espinas.

Tenemos caprichos,

muñecas hinflables,

ángeles caídos, barquitos de vela, pobre exquisitos, ricos miserables, ratoncitos Pérez, dolores de muelas.

Tenemos proyectos que se marchitaron, crímenes perfectos que no cometimos, retratos de novias que nos olvidaron,
y un alma en oferta que nunca vendimos.

Tenemos poetas, colgados, canallas, Quijotes y Sanchos, Babel y Sodoma, abuelos que siempre ganaban batallas,
caminos que nunca llevaban a Roma...

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