martes, 13 de septiembre de 2011




Más allá de cualquier zona prohibida

hay un espejo para nuestra triste transparencia.




Y sobre todo mirar con inocencia. Como si no pasara nada, lo cual es cierto.




Como quien no quiere la cosa. Ninguna cosa. Boca cosida. Párpados cosidos. Me olvidé. Adentro el viento. Todo cerrado y el viento adentro.





Aun si digo sol y luna y estrella me refiero a cosas que me suceden. ¿Y qué deseaba yo?
Deseaba un silencio perfecto.
Por eso hablo.






Selección de Caminos del Espejo, A.P

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