Como todo lo bueno en esta vida se acabó. Lo bueno es que supe amarla, y supo amarme también, fui feliz, y ella también lo fue.
Siempre tuve una historia muy grande en mi mochila, yo la mostré, me quede desnuda y sin fuerzas, lo dejé todo, no guarde nada para mi, no me quede ni las palabras, perdí todos los secretos.
-Nunca mentí saben? JAMAS mentí! Eso es una locura, pude mentir tantas veces como quise para ahorrarme cientos de discusiones pero no lo hice, no podía hacerlo, la miraba a los ojos y sentía la necesidad de ser sincera con todo, ella merecía toda mi sinceridad, todo mi respeto.
Fui fiel como nunca en mi vida, tantas oportunidades se presentaron y las rechacé. Ahí fue cuando supe que realmente no había dudas, era amor.
Sentí por primera vez la necesidad de sentir calor humano, de respirar el aroma de un cuerpo desnudo junto a mi, de sentir una piel rosando la mía.

Cada dos palabras que escribo tengo que hacer una pausa.. tomar un respiro y seguir, nunca me sentí tan frágil.
Tenií todo lo que nunca había querido, cariño, sinceridad, compañía, amor, una mascota compartida, una cama para dos, una vida planeada, un sueño a medias... Amo todo eso, hoy amo la idea de casarme, de convivir, de llegar a casa cansada y que me reciban con un beso.
AMO DESPERTAR ABRAZADA A LA PERSONA QUE QUIERO TODOS LOS DÍAS DE MI POBRE VIDA A MI LADO.
¡¡Yo ya se que la pelié!!

