sábado, 28 de mayo de 2016

Acabo de volver de una "cita", hoy hablamos de amor... del amor que el siente por mi, un amor que esta camuflado entre oraciones para que parezca un hecho menor, para que yo no huya... supongo. 
La primera vez que me dijo que me quería, lo disimulo entre un montón de palabras con firuletes, lo dijo rapidito y por lo bajo y yo se lo deje pasar, después lo decía con mas soltura. Como siempre la primera vez es la que da mas miedo. Ahora le gusta susurrarme al oído que me quiere en cualquier momento, lo disfruta mas cuando estamos rodeados de gente o en algún evento en el que yo me encuentro pensando en otra cosa, se me acerca por atrás y me susurra Te quiero mucho sabes? y yo le sonrío y le digo que si, que ya lo se, lo que no le digo es que eso me da miedo, no le digo que yo también lo quiero pero que me pone inquieta ese futuro que el me plantea, no le digo que no quiero compartir su cafetera ni quiero que me saque la cédula para manejar su auto, no le digo que lo extraño a pesar de que no quiero el mismo futuro que el pero que igual siento su ausencia cuando me voy a dormir sola y que me gusta el perfume que deja en mi ropa, le sonrío y le digo que ya lo se.
Y después viene a hablarme de amor, y veo en sus ojos la verdad, y que el también tiene miedo, veo que preferiría no sentir todo esto que siente, veo que el tampoco quiere compartir su cafetera conmigo, pero veo que lo traiciona el inconsciente y habla de nuestra casa y nuestra cama, y cuando le sonrío ahí el siente confianza en mi y me deja ver lo demás, la tristeza que le provoca el que yo este en silencio, y entonces le digo "yo también te quiero" y se pone cálido, se sonroja y me cuenta que ya sabe donde va a poner el mueble donde yo voy a poner mis libros y mis figuras de acción de sailor moon.
Es como un juego, en el que todos vamos perdiendo algo.


Hace unas semanas me encontraba en un bar con una amiga luego de un extenso y agotador día de trabajo y nos enfrascamos en una conversación muy interesante, sobre algo que es por demás lógico pero que nunca me senté a pensar.
Dado nuestro historial de fracasos respecto a lo que son parejas, teniendo en cuenta que siempre buscamos lo mismo, el mismo tipo de personas, con los mismos trastornos, con el mismo humor y la misma moral, personas autodestructivas siempre, personas rotas, y siempre procedemos de la misma forma... en mi caso, salgo durante varios meses con la persona en cuestión, me abro poco pero cuento mucho, siempre superficialmente, no blanqueo ningún sentimiento hasta que el otro no lo hace primero, solo salgo con gente que me produce un "flechazo" desde el primer momento y no procedo a dormir con nadie por quien no sienta amor primero, si no estoy enamorada no sigo adelante, dejando siempre que avancen los demás primero para ver sobre que terreno estoy jugando, entre otras cosas.
El punto es mas o menos el siguiente: Que pasaría si...?
Y si el secreto esta en cambiar una sola de las cosas antes nombradas?
Y si el éxito sentimentalmente hablando es dejar mas a mis impulsos y menos a mi razón?
Y si tomo yo la iniciativa alguna vez?
Y si me permito sentir primero?


Que pasaría si un día cambio el juego?... y entonces lo mire fijo y le dije cuanto me gustaba y que me gustaba compartir mi tiempo con el y que lo extrañaba cada día un poco mas. Le dije que lo elegía.




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